No apto para cardíacos.

Siguiendo el calendario, hoy tocaba inicio de puertos. La salida prevista no podía ser de gran dureza, dos puertos de tercera, pero sí ha resultado algo nerviosa. Como dice el dicho “el peligro no es la bala, si no la velocidad que lleva”. Por tanto, aunque sea de tercera, si se sube a buen ritmo, cualquier puerto hace pupa.
Hemos enfilado las rectas de Argentona con el pensamiento puesto en el primero del día: El Parpers. Puerto facilito donde los haya; todo el mundo lo ha subido mil veces, y las que nos quedan…Pero es fantástico, porque su dificultad estriba en su falta de dureza. Es un puerto donde es muy difícil imponer la dictadura del más fuerte. Aquí muchos tienen opciones, sólo hace falta poder aguantar un fuerte ritmo y tener la suficiente punta de velocidad; en ese sentido es un puerto podríamos decir que democrático. Y eso es precisamente lo que ha hecho hoy Kimet. Ha ganado con un pie a todos los presuntos candidatos a la victoria. El discípulo hoy se ha salido.
De camino a la segunda dificultad, Collsacreu por Vallgorguina, nada de rodar y disfrutar del paisaje. Luis venía con ganas de hacernos trabajar, y vaya que lo ha conseguido.
Sin comerlo ni beberlo, nos hemos visto en una persecución con viento de cara y carretera picando para arriba. Vamos, lo ideal, teniendo en cuenta que hacía un frío del copón, que no nos ha abandonado en todo el día. O quizás por eso.
Al final se ha podido neutralizar y hemos girado en Sant Celoni preparándonos para el calentón. Hacia tiempo que no subíamos Collsacreu como hoy. Había en el ambiente un cierto nerviosismo por si se producía otra llegada al esprint, con lo cual ya desde abajo se ha endurecido el ritmo y no contentos con ello, han aparecido los primeros demarrajes.
Esta vez si; Luis está que se sale y no ha dado opción. Por el camino, el intercambio de ataques, me he dejado fuera de combate y con la única posibilidad de ver quien se llevaba el gato al agua. Han llegado por este orden: Luis, J600 y Kimet.
A corta distancia, les había recortado algo en el puerto, subía con Alfonso, el peor compañero de viaje en estas circunstancias. Como arriba le saques menos de cien metros, eres hombre muerto. En la recta final, le sacaba 50, y me ha matado.
A poco han ido llegando Guillermo, Joan, Cristóbal, Jordi, Alberto y Xavi Gascón que junto a Jaume Vilaseca hemos puesto rumbo a Sant Pol.
La vuelta por la nacional con viento de espalda ha sido rápida y placentera, menos para Jordi que ya iba un poco justo y ha preferido poner el piloto automático hasta Barna.
En el Carrefour, las ganas de batalla me han llevado a meterme a rueda de un camión, naturalmente por el lateral y controlando, pero tapándome el aire. Nunca había subido el puerto del cabrito a esa velocidad. 57 km/h de máxima, por lo menos, aunque con ayuda, he ganado en uno. Espero no me lo toméis en cuenta.