El regreso de Alfonso

Hoy 10 de agosto hemos matado el gusanillo con una salida del grupo de las light o salida canapé.
A estas alturas de la temporada, cubiertas con más o menos fortuna todas las aspiraciones ciclísticas, algunas de ultimísima hora como la Pesarrodona de Guillermo, o la victoria del “elefantino Pantani” en un mano a mano sobre “el caníbal” (espero que una vez conseguido no pierdas el interés, yo prometo seguir poniéndotelo dificil), y una vez que han vuelto a su cauce las aguas que la penúltima incontinencia de “E.T.” se encarga de agitar, tocaba algo apetecible a todos los paladares y ligerito de digerir.
La propuesta: Estiramientos hasta Sant Pol, calentamiento entre frondosos y tranquilos parajes de la cordillera litoral, antes de afrontar la dificultad del día, El Collsacreu; para después de un placentero descenso hasta Sant Celoni, cubrir los kilómetros basura (sólo han servido para incrementar la cuenta del “cuenta”), por Sant Antoni de Vilamajor hasta llegar a Cardedeu donde se iba a plantear la última batalla. El Collet.
Pero vayamos por parte, El Collsacreu; prueba de lo confortable que hasta entonces había sido la salida, es que las hostilidades se han roto nada más pisar el primer metro del puerto. Por delante Guillermo, Jaume B. y Alfonso han sacado cincuenta metros que por el ritmo propuesto querían hacer valer. Por detrás, Joan y Alberto se acoplaban al ritmo que querían mantener, y entre medias, un servidor ajustando también la calculadora. No me ha dado tiempo, porque Kim me ha adelantado con un fulgurante hachazo que le ha servido para enlazar con los fugados unos instantes antes de quedarse clavado. Lo cierto es que hasta entonces él era el único que había intentado endurecer la jornada marcándose varios solos, pero a principio de puerto y con los fieras que había era difícil que prosperase su intento. Bueno quizás en un arrebato de genialidad se ha querido autoeliminar, vete tú a saber. Poco a poco he ido prosperando hasta alcanzar al trio, mejor dicho, al duo, por que en ese momento Guillermo estaba alejándose de Alfonso y Jaume, lo que me ha obligado a ir a buscarlo. Una vez alcanzado, he intentado marcar un ritmo algo más fuerte por si se quedaba, pero ya sabía que sería inútil. Guillermo está bien y para demostrarlo me ha ganado el larguiiiiiísimo sprint de la cima.
A escasos metros ha llegado Alfonso, que éste si que quería robarnos la cartera. Después, Jaume, Kim, Joan y Alberto.
El Collet lo hemos afrontado como siempre: mintiendo. Ya nadie se lo cree. Vamos a subir piano piano, y a la que miras, vas a 25 por hora y preparándote para echar el resto en el sprint. Y aquí, el gran especialista, con todos los respetos para los aspirantes, en llevarse la gloria sin dar un palo al agua no es otro que Alfonso.
Cuanto mas duro y disputado sea el sprint más fácil aparece él en el último momento
para ganar. El de hoy ha sido algo apoteósico. Chapeau!

Ché pibe, que bueno que viniste.