Mundial de Varese

Tal como se desarrollaban los acontecimientos, presagiábamos lo peor. Por un momento, la remota posibilidad de que Joaquim Rodríguez en un milagro similar al de Alonso en Singapur, pudiera dar la campanada y se llevara el título nos ponía los pelos de punta. Bastante convulsionado está últimamente el patio tras el anunciado regreso de Armstrong. Ahora sólo nos faltaba esto. La credibilidad del ciclismo bajo mínimos.
Podemos imaginar los titulares de medio mundo: El ciclismo español consigue el mismo año Giro, Vuelta, Tour, Olimpiadas, UCI Pro Tour y Mundial. Además de clásicas y otras Vueltas también importantes. Pat McQuaid podría seguir disparando con la operación puerto hasta el día de su jubilación.
Por desgracia para ellos y suerte para nosotros, los aficionados, ni Freire, ni Valverde, ni Samuel, ni tampoco El Purito, ganaron a pesar de toda la parafernalia que ya les había adjudicado la victoria.
Italia (Bettini), quiso despedirse por la puerta grande. Y lo hizo de la única manera que posiblemente podía: usando la estrategia. La fecha, no podía ser más señalada. En una pirueta el destino así lo había establecido y debía conjugarse.
A una vuelta del final, marcándose un enorme farol, el Grillo consiguió de una tirada llevarse todos los triunfos.
A la vez que dejaba con dos palmos de narices a sus guardianes, rendía el mejor homenaje que el ciclismo podía ofrecer a la figura del tahúr por antonomasia en el día de su desaparición.
El mítico Paul Newman y su interpretación en el “El Golpe”
Su música ya es un clásico.